¿¡Y TÚ QUE (S)ABES!?

Traducción de Iván Lavilla

Vean estos nombres y la biografía de cada uno: Amit Goswami, Fred Alan Wolf, Joe Dispenza, William Tiller, Jeffrey Statinover, Candace Pert, John Hagelin e David Albert, entre otros…
Ahora imagínese conversando con ellos sobre el Universo y sus percepciones. Ya está? Eso presenta la película What The Bleep Do We Know!? que se estrena con el título ¿¡Y TÚ QUE (S)ABES!?, después de una gran éxito boca a boca en todo el mundo. No es una de aquellas películas que puede ser vista entre un compromiso y otro, o con gente conversando al lado. Esta película exige atención integral, y aun así va a querer verla de nuevo para poder entenderla mejor.

¿¡Y TÚ QUE (S)ABES!?

Abajo colocaré algunos trechos directamente retirados de los subtítulos de la película, para que puedan tener una idea del potencial revolucionario que trae frente a nuestra forma de encarar el mundo: Cuanto más se estudia la Física Cuántica, más misteriosa y fantástica se torna.

La Física Cuántica, hablando de una manera bien simple, es una ciencia de posibilidades. Son cuestiones pertinentes de cómo se siente el mundo con relación a nosotros. Si existe alguna diferencia entre la manera en que el mundo nos siente y cómo es realmente, ya se detuvo a pensar de están hechos los pensamientos?

Todas las épocas y generaciones tienen sus propias suposiciones: El mundo es plano, el mundo es redondo, etc. Existen centenas de suposiciones que creemos verdaderas, pero que pueden o no serlo. Claro que históricamente en la mayoría de los casos no eran verdaderas. Si tomamos la Historia como guía, podemos presumir que muchas cosas en las que creímos sobre el mundo pueden ser falsas. Estamos sometidos a ciertos preceptos aunque no nos demos cuenta.

Es una paradoja

El materialismo moderno saca de las personas la necesidad de sentirse responsables, de la misma manera que la religión! Pero yo creo que si usted se toma la Mecánica Cuántica en serio, verá que la responsabilidad es colocada en nuestras manos y no da respuestas claras y reconfortantes. Sólo dice que el mundo es muy grande y está lleno de misterios.

El mecanismo no es la respuesta, sino no voy decirles cuál es, pues ustedes tienen la edad suficiente para tomar sus decisiones.

Por qué continuamos recreando la misma realidad?
Por qué continuamos teniendo las mismas relaciones?
Por qué continuamos teniendo los mismos empleos repetidamente?
En ese mar infinito de posibilidades que existen alrededor de nosotros, por qué continuamos recreando las mismas realidades?
No es increíble que existan opciones y potenciales que desconocemos?
Es posible que estemos tan condicionados a nuestra rutina, tan condicionados a la forma como crean nuestras vidas, que compramos la idea de que no tenemos control alguno?

Fuimos condicionados a creer que el mundo externo es más real que el interno. En la ciencia moderna es justamente lo contrario. Ella dice que lo que acontece dentro de nosotros es lo que va a crear lo que acontece afuera. Existe una realidad física que es absolutamente sólida, pero sólo comienza a existir cuando encaja con otro pedazo de realidad física. Ese otro pedazo podemos ser nosotros, claro que somos parte de ese momento, pero no se precisa que necesariamente así sea. Puede ser una piedra que viene volando e interactúa con todo ese lío, provocando un estado particular de existencia.

Los filósofos del pasado decían: “Si yo pateo una piedra y me lastimo el dedo, es real. Estoy sintiéndolo, es vívido”. Es decir que es la realidad. Pero no pasa de una experiencia, es la percepción de esa persona de lo que es real.

Hay experimentos científicos que nos muestran que si conectamos el cerebro de una persona a computadoras y scanner y pedimos para miren determinados objetos, podemos ver que ciertas partes del cerebro se activan. Si pedimos que cierren los ojos e imaginen el mismo objeto, las mismas áreas del cerebro se activarán, como si estuvieran viendo los objetos. Entonces los científicos se preguntan: quién ve los objetos, el cerebro o los ojos? O que es la realidad? Es lo que vemos con nuestro cerebro? O es lo que vemos con nuestros ojos?

La verdad es que el cerebro no sabe la diferencia entre lo que ve en el ambiente y lo que recuerda, pues se activan las mismas neuronas.

Entonces debemos preguntarnos: que es real?

Somos bombardeados por grandes cantidades de información que, cuando entran en su cuerpo, son procesadas por los órganos sensoriales, y a cada paso partes de la información van siendo descartadas. Lo que finalmente llega a la conciencia es lo que sirve más a la persona. El cerebro procesa 400 mil millones de bits de información por segundo, pero sólo tomamos conocimiento de 2.000 bits. Y esos 2.000 bits son sobre lo que está ardedor de nosotros, nuestro cuerpo y el tiempo.

Vivimos en un mundo donde sólo vemos la punta del iceberg. Eso significa que la realidad está aconteciendo en todo momento en el cerebro, pero nosotros no la absorbemos. Los ojos son como lentes, pero lo que realmente está viendo es la parte de atrás del cerebro. Es el córtex visual, igual a una cámara.

Usted sabía que el cerebro imprime lo que ve?

Por ejemplo: una cámara de vídeo está viendo mucho más alrededor de mí de lo que yo creo que hay aquí, porque la cámara no hace opciones ni juicios. La película que se está pasando en el cerebro es de lo que tenemos habilidad para ver. Es posible que nuestros ojos, nuestra cámara, vean más de lo que nuestro cerebro tenga la habilidad de proyectar conscientemente? De la manera que funciona nuestro cerebro, sólo conseguimos ver lo que creemos que es posible ver.

Los patrones de asociación ya existen dentro de nosotros a través de un condicionamiento

Una historia increíble, que creo es verdadera, cuenta que cuando los indios americanos en las islas caribeñas vieron aproximarse las naves de Colón, en verdad no conseguían ver nada, pues no eran parecidas a nada que hubieran visto antes. Cuando Colón llegó al Caribe, ningún nativo lograba ver los navíos, aun recortándose su dibujo en el horizonte. La razón de no ver los navíos era porque no tenían conocimiento. Sus cerebros no tenían la experiencia de que los navíos existían.

El chaman comienza a notar ondulaciones en el océano. Aunque no vea los navíos, imagina qué es lo que está causando eso. Entonces empieza a mirar todos los días y después de un cierto tiempo logra ver los navíos. Y cuando esto sucede, les cuenta a todos que allá existen navíos. Como todos creían en él, también logran verlos.

Nosotros creamos la realidad, pero creamos máquinas que producen realidad que afectan la realidad todo el tiempo. Siempre perseguimos algo reflejado en el espejo de la memoria. Si estamos o no viviendo en un gran mundo virtual, es una pregunta sin una buena respuesta, es un gran problema filosófico y tenemos que lidiar con él conforme lo que dice la ciencia.

Como somos siempre observadores en la ciencia, nos limitamos a lo que el cerebro humano capta. Es la única forma de ver y percibir las cosas que hacemos. Entonces es posible que todo eso sea una gran ilusión de la cual no logramos salir para ver la verdadera realidad. Su cerebro no sabe distinguir lo que está sucediendo allá afuera de lo que acontece aquí dentro. No existe el “allá afuera” independientemente de lo que está sucediendo aquí.

El mundo subatómico

Inicialmente vamos a hablar del mundo subatómico, y después de lo que nos dicen es la realidad. La primera cosa es que el mundo subatómico es una fantasía creada por físicos locos que intentan entender qué diablos sucede cuando hacen pequeñas experiencias con grandes energías en pequeños espacios y en intervalos cortos de tiempo. Las cosas se hacen inexplicables. La física subatómica fue inventada para intentar desvendar todo eso.

La nueva ciencia – llamada física cuántica – está sujeta a todo tipo de hipótesis, pensamientos, sentimientos, intuiciones, para descubrir qué diablo está sucediendo.

La materia no es lo que pensábamos que era

Los científicos veían la materia como algo estático y previsible. Las partículas ocupan un espacio insignificante en las moléculas y átomos. Son partículas fundamentales. El resto es vacío. Parece que esas partículas aparecen y desaparecen todo el tiempo. Adónde van cuando no están aquí?

Esa pregunta es complicada. Voy a dar dos respuestas:

1 – Van a universos alternativos, donde las personas se hacen la misma pregunta cuando dichas partículas desaparecen y vienen para acá: “Adónde se fueron?”…

2 – La otra envuelve un gran misterio, el de la dirección del tiempo. De cierta forma, nuestras leyes fundamentales de la física no distinguen entre pasado y futuro. Tenemos un rompecabezas desde el punto de vista de las leyes de la física. Por qué somos capaces de recordar el pasado, y no tenemos el mismo acceso epistemológico al futuro?

Por qué debemos pensar que nuestras acciones del presente afectan el futuro, pero no el pasado?

El hecho de que tengamos un acceso epistemológico diferente al pasado y al futuro, el control que nuestras acciones tienen sobre el futuro, pero no sobre el pasado, todo eso es tan fundamental para el modo como sentimos el mundo, que no tenemos curiosidad sobre eso, lo cual es casi lo mismo que estar muertos!

bola basquete
La mayor parte de esa bola está vacía

En verdad la mayor parte del universo está vacía. Nos gusta imaginar el espacio vacío y la materia sólida, pero, en realidad, no hay nada en la materia, no posee sustancia! Veamos un átomo. Pensamos que es una bola sólida. Pero en realidad es ese puntito pequeño con materia densa en el centro, cercado por una nube de electrones que aparecen y desaparecen. Pero sucede que tal descripción tampoco es correcta. Hasta el núcleo, que pensábamos que era tan denso, aparece y desaparece así como los electrones. La cosa más sólida que puede existir en esa materia desprovista de sustancia es un pensamiento, un bit de información concentrada. Aquello que hace las cosas no es otra cosa que ideas, conceptos e información.

Nunca tocamos nada. Los electrones crean una carga que aparta los otros electrones antes del toque.

Nadie toca nada

Cabe aquí un paréntesis para que el lector entienda mejor los pilares de la física cuántica. Por eso, reproduzco parte del libro Percepción y Conciencia:

“Los elementos atómicos, la luz y otras formas electromagnéticas tienen un comportamiento dual – ya se comportan como si estuvieran constituidos por partículas, ya reaccionan como si fueran ondas que se expanden en todas las direcciones. Y, aún más extraño, la naturaleza del comportamiento observado era establecida por la expectativa expresa en el experimento a que estaban sujetos: donde se esperaba encontrar partículas, allá estaban ellas, de la misma forma como ocurría donde se esperaba encontrar una onda. Era como si lo esperado se reflejara en la experiencia. Cómo se podría conciliar el hecho de que una cosa podía ser dos al mismo tiempo, y cómo mantener la objetividad si el tipo de experimento, y consecuentemente la expectativa de lo esperado, parecían determinar uno u otro comportamiento experimental? La solución fue dada por Niels Bohr al elaborar el principio de la complementariedad. El cual establece que, aunque mutuamente excluyentes en un dado instante, los dos comportamientos son igualmente necesarios para la comprensión y la descripción de los fenómenos atómicos. La paradoja es necesaria. Acepta la discrepancia lógica entre los dos aspectos extremos, pero igualmente complementarios para una descripción exhaustiva de un fenómeno. En el dominio del quanto no se puede tener una objetividad completa…

Se corroe así, otro pilar newtoniano-cartesiano, el más básico, tal vez: no se puede creer más en un universo determinado, mecánico, en el sentido clásico del término. A nivel subatómico no podemos afirmar que exista materia en lugares definidos del espacio, pero existen ‘tendencias para que existan’, y los eventos tienen ‘tendencia a ocurrir’. Es este el Principio de la Incertidumbre de Heisenberg“.

Carlos Antonio Fragoso Guimarães; Percepción y Conciencia

Una partícula, que pensamos como algo sólido, existe en lo que llamamos superposición, esparciendo una onda de posibles localizaciones, todas al mismo tempo. Y cuando miras, pasa a estar en apenas una de las posibles posiciones.

¿¡Y TÚ QUE (S)ABES!?

El mundo tiene varias formas de realidad en potencial, hasta que Usted escoge la que quiera. Se puede estar en muchos lugares al mismo tiempo, experimentando varias posibilidades, hasta que ellas convergen en una sola.

Cómo puede tener un objeto dos estados al mismo tiempo?

Al revés de pensar en las cosas como posibilidades, tenemos el hábito de pensar que las cosas que nos rodean ya son objetos que existen sin mi contribución, sin mi elección. Usted precisa borrar esa forma de pensar; tiene que reconocer que hasta el mundo material que nos rodea-las sillas, las mesas, las salas, las alfombras – no son nada más que posibles movimientos de la conciencia. Y yo estoy escogiendo momentos en esos movimientos para manifestar mi experiencia actual. Es algo radical que precisamos comprender, pero es muy difícil, pues creemos que el mundo ya existe independiente de mi experiencia.

Pero no es así, y la física cuántica es bien clara al respecto.

El propio Heisenberg, después del descubrimiento de la física cuántica, dijo que los átomos no son objetos, son tendencias. En lugar de pensar en objetos, debe pensar en posibilidades.

Todo es posibilidad, subconscientemente!

Ahora usted puede ver en innumerables laboratorios de los Estados Unidos, objetos que son lo suficientemente grandes para ser vistos a simple vista, y que están en dos lugares simultáneamente. Hasta se puede sacar una foto de ese fenómeno. Supongo que si mostrase esa foto, las personas dirían “Muy bien, puedo ver esa luz colorida, un poco allí, un poco aquí… es la foto de dos puntitos, qué tiene de extraordinario? Estoy viendo dos cosas”.

No! Es una cosa sola, en dos lugares al mismo tiempo!

Creo que las personas no se impresionarían, porque pienso que no creerían lo que están viendo. No es que digan que soy mentiroso, o que los científicos están confundidos. Creo que es tan misterioso que no da para ser comprendido cuán fantástico esto es. Todos vieron Viaje a las Estrellas y el tele-transporte, entonces se preguntan “Y qué con eso, qué quiere decir?” Pero tenemos que detenernos a pensar en lo que eso realmente significa. Es el mismo objeto y él está en dos lugares al mismo tiempo!

Las personas trabajan, se enojan, almuerzan, van a casa y viven la vida como si nada especial estuviera sucediendo, pues es así como se acostumbraron; pero existe esa increíble magia por delante de sus narices.

La física cuántica calcula sólo posibilidades

Pero si aceptamos eso, la cuestión pasa a ser: que elección tenemos que hacer entre las posibilidades para iniciar el evento de la experiencia? Entonces vemos directamente que la conciencia tiene que estar involucrada.

El observador no puede ser ignorado

Sabemos lo que un observador hace desde el punto de vista de la física cuántica, pero no sabemos quién y qué es el observador en verdad.

Hemos intentado encontrar una respuesta.

Entramos en la mente, usando todos los recursos que tenemos para hallar algo que pueda ser el observador. Pero no encontramos nada en el cerebro. Nada en la región de la corteza. Nada en la subcorteza. No identificamos un observador. Pero aún así tenemos la sensación de ser tales observadores, observando el mundo de afuera.

Sería ese el observador?

Y por qué es tan complicado entender ese mundo loco y extraño de partículas cuánticas y el modo como reaccionan?

Ese sería entonces el observador?

Para mí el observador es el espíritu que está dentro de nuestra ropa biológica. Es como el “link de la máquina”. Es la conciencia que está dirigiendo el vehículo y observando los alrededores. Una capa interior de nuestra ropa biológica, dotada de todos los tipos de sistemas para captar asignaturas a su derredor.

¿¡Y TÚ QUE (S)ABES!?

Washington D.C.

Llamada “la capital del mundo de los asesinatos”, esa ciudad recibió un revelador experimento en el verano de 1993. Cuatro mil voluntarios llegaron desde 100 países para una meditación colectiva durante largos períodos del día. Según el FBI, que patrocinó el evento, eso haría que los crímenes violentos disminuyeran en 25% en aquel verano en Washington. El jefe de policía fue a la televisión a decir que el crimen sólo disminuiría en 25% si “aquel verano nevaba”.

Al final la policía se tornó colaboradora y autora de ese estudio, pues el resultado fue exactamente una disminución de 25% en los crímenes en Washington.

Esto podría ser previsto con base en 48 estudios anteriores que ya habían sido realizados en menor escala. Es algo que nos lleva a imaginar que las personas están afectando la realidad que vemos.

Muchas personas no afectan la realidad de forma consistente porque no creen que puedan hacerlo. Ellas escriben una intención y después la borran, pues creen que es una tontería.

“No logro hacer eso”

Escriben de nuevo y la borran. Eso tiene un efecto muy pequeño, pues no creen que puedan hacerlo.

Si cree con todo su ser que puede andar sobre el agua, eso sucederá.

Es como el pensamiento positivo, que es un concepto maravilloso. Pero que generalmente tenemos una niebla de pensamiento positivo, cubriendo una enorme masa de pensamiento negativo.

Pensar en positivo sólo disfraza nuestro pensamiento negativo.

Cuando pensamos en objetos, tornamos la realidad más completa de lo que realmente ella es. Es ahí que usted queda apresado. Nos quedamos presos en la uniformidad de la realidad, pues si ella es completa y yo soy insignificante, no puedo alterarla. Pero, si la realidad es mi posibilidad – posibilidad de la propia conciencia – inmediatamente nos preguntamos cómo podemos alterarla, hacerla mejor, más alegre.

Es una extensión de nuestra imagen.

Según el pensamiento antiguo, no podíamos cambiar nada, pues no teníamos papel alguno en la realidad. Ya estaba hecha de objetos que se movían de acuerdo a leyes. La matemática determinaba cómo reaccionarían en determinada situación. Nosotros no teníamos papel alguno.

En la nueva visión, la matemática nos muestra las posibilidades de las reacciones que los objetos pueden tener, pero no nos da la experiencia real que tendremos en la conciencia.

Yo escojo tal experiencia: De esa forma creo mi propia realidad.

Puede parecer una afirmación bombástica de alguien sin ningún conocimiento de física, pero la física cuántica está diciéndonos eso. Existen literalmente diferentes mundos donde vivemos. Hay un mundo microscópico que vemos, el mundo de nuestras células, el mundo de nuestros átomos… Ellos poseen su propio lenguaje, su propia matemática. Y no son solamente pequeños. Cada uno es totalmente diferente, pero se complementan, pues yo soy mis átomos, pero también soy mis células. Mi fisiología microscópica es verdadera, sólo que en diferentes niveles. El nivel de verdad más profundo, descubierto por la ciencia y filosofía, es la verdad fundamental de la unidad.

En el nivel subnuclear más profundo de nuestra realidad, usted y yo somos uno solo.

Fonte: STUM World

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