PALABRAS DE CHICO XAVIER (parte 2)

Traducción de Teresa – teresa_0001@hotmail.com

Continuando con As aventuras de Chico Xaviervamos a concentrarnos en actualidades. Mucho se habla sobre delincuencia juvenil, pero este problema no es de hoy. Chico/Emmanuel habla de ello en el libro À sombra do Abacateiro, de Carlos A. Baccelli.

chico mutantes

Delincuencia juvenil

“Después de la lucha por los niños considerados en penuria, surgió para nosotros la lucha de los niños demasiado libres en los primeros años de la existencia… Hay muchos desequilibrios, aunque sean descendientes de hogares bien abastecidos. Esos otros niños crecen en rebelión por la ausencia de cariño; a veces, sufren el abandono, incluso de los abuelos que no se interesan por los nietos… Por una parte, los niños en penuria; por otra parte, los que están más o menos atendidos, o a veces excesivamente atendidos en sus necesidades…

Hoy se oye de muchos delitos cometidos por niños de 10, 14 años… Deberíamos tratar de códigos que diesen lamayoría de edad a los 14 años. El niño es llamado a memorizar sus vidas pasadas muy deprisa, motivado por la televisión, etc. Tendríamos necesidad de leyes que ayuden al niño a no hacerse delincuente ni vicioso. El gobierno no puede ser responsable por todas nuestras modalidades de penuria; no podemos exigir que los ministros vengan a intervenir en nuestras vidas familiares. El problema de la penuria es nuestro (…) No tenemos una disposición muy activa en torno al niño considerado desvalido; hacemos distribuciones anuales, pero se nos olvida que los niños, al igual que nosotros, comen todos los días, estudian todos los días, se bañan todos los días…

Por una parte, el niño en penuria; por la otra, el niño abandonado por los padres… Roguemos a Dios, a fin de que nos inspire para trabajar un poco más, para dar un poco más de nuestro tiempo”…

Chico empezó a contar que en Japón existía, desde hacía algún tiempo, un brote muy grande de delincuencia. El propio gobierno se sentía incapaz de contener aquella expansión infeliz… Entonces un grupo de señoras propuso que, en las ciudades, las familias se reuniesen, en grupos de cinco a diez familias, para debatir el problema. La idea cobró fuerza. Japón casi entero comenzó a reunirse, semanalmente, discutiendo sobre qué se podría hacer por los niños, por los que están en reeducación, para que la idea del delito disminuyese. En dos años, el índice de delincuencia juvenil disminuyó un 80%.

Y continúa él, ante la gran expectativa general:
“Si pudiésemos empezar, sin distinción de creencias, para ver las aperturas que habremos de hacer hoy en los dominios de la comprensión, tendríamos mucho menos que lamentar. Si pudiésemos reunirnos quincenalmente, no sólo los espíritas – no somos privilegiados, Dios es el Padre de todos nosotros – estableciendo lazos de entendimiento entre nosotros…

Todo parece aún distante, pero las ideas son semillas y las palabras se diseminan…

Si pudiésemos discutir con amor el problema, para saber qué podemos hacer en cuanto a los reformatorios… Desgraciadamente, hoy, los reformatorios son escuelas de bandidaje, por más que queramos negarlo, es la pura realidad.

La delincuencia – prosigue – somos nosotros mismos quienes la creamos. Hay mucha gente buena que se dedica exclusivamente al amparo del prójimo, pero lo cierto es que los demás, la mayoría de nosotros, conversamos sobre el tema, lo encontramos extraordinario, pero, una vez deshecha la reunión, alegamos falta de tiempo… Así, vamos destruyendo aquello que tenemos de mejor, por nuestra incapacidad de trabajo, no de conocimiento.

Somos el País de más amplio conocimiento evangélico… El Brasil es el País de mayoría católica, espírita… Tiene más afinidad con África que los propios africanos entre sí. Aquí es donde más se profundiza en el conocimiento vastísimo; si quisiéramos, podríamos realizar mucho.

Ayer era 1981, hoy es 1982, pero estamos con los mismos sentimientos. Hemos de alertar a nuestro corazón, no abrigar un desprecio tan grande y a veces tan calculado, por los mismos problemas sociales… (…) Nosotros, todos, caemos por la inteligencia. Nos sentimos falsamente superiores a los otros. Pero hemos de resolver el asunto por el corazón, por el sentimiento, por el Cristo aplicado en nuestra vida. Nos da mucha pena el niño que tiene hambre, pero a veces, sentimos desprecio total por el niño que se ha vuelto delincuente. ¿Cuál es el más necesitado? El niño entregado a los tóxicos o a las malas influencias podría haber sido el nuestro. Estamos en la misma embarcación y el naufragio es para todos nosotros…

Fulano predica, pero no hace… El problema es como para que cada uno de nosotros ponga manos al trabajo.De lo poco de muchos se hace todo lo que es necesario – máxima maravillosa que ya tiene una edad de casi dos mil años.

Agradecemos tanto una gentileza, ¿por qué negaríamos esa gentileza a los demás? Son preguntas que debemos hacernos, ya que, por el momento, están sin respuesta.”

Autismo

La lección que pasaremos hoy al papel, no ha ocurrido propiamente a la sombra del frondoso aguacate donde, habitualmente, Chico Xavier realiza el culto evangélico, en pleno corazón de la Naturaleza. Lo que vamos a narrar, tan fielmente como sea posible, lo hemos oído un sábado por la noche en el “Grupo Espírita da Prece”, luego del contacto fraterno con los hermanos que residen en las inmediaciones de la “Mata do Carrinho”, donde está el nuevo local en que se están realizando nuestras reuniones vespertinas.

Una pareja se acercó a Chico; el padre sosteniendo una criatura de año y medio en brazos, acompañado por un distinguido médico espírita de Uberaba. La madre permaneció a media distancia, en mutismo total, aunque con alguna aflicción en el semblante.

El médico, adelantándose, explicó el caso a Chico: el pequeño, desde que nació, sufre sucesivas convulsiones, debiendo estar bajo control de medicamentos y permanecer durmiendo la mayor parte del tiempo; como consecuencia, mal consigue gatear y no habla.

Tras dialogar durante algunos minutos, Chico preguntó a nuestro cofrade a qué diagnóstico había llegado.
-Para mí, se trata de un caso de “autismo” – contestó él. Chico dijo que el diagnóstico le parecía bastante acertado, pero que convenía disminuir los anti-convulsivos aunque tal medida, a principio, intensificase los ataques. Explicó, detalladamente, las contraindicaciones del medicamento para el organismo infantil. Recomendó pases.
-Vamos a orar – concluyó. 
La pareja salió, visiblemente reconfortada, pero, habiendo sujetado por el brazo al médico nuestro cofrade, Chico explicó a todos los más próximos que estábamos allí:
-El “autismo” es un caso muy serio, pudiendo considerarse como una verdadera calamidad. Se manifiesta tanto en niños como en adultos… Los médiums también, por veces, principalmente los solteros, sufren de ese mal, puesto que viven sintonizados con el Mundo Espiritual, desinteresándose de la Tierra…
“Es preciso que alguna cosa nos vincule al mundo, porque, si no es así, perdemos el deseo de permanecer en el cuerpo…”

Y Chico puso como ejemplo a sí mismo:
-Mirad bien: ¿qué es lo que me interesa en la Tierra? No siendo la tarea mediúmnica, nada más. Dinero, solamente quiero el necesario para sobrevivir; casa, no sabría qué hacer con más de una… Entonces, procuro interesarme por mis gatos y mis perros. Cuando uno de ellos enferma o muere, lloro mucho, porque si no me ligase a alguna cosa, os dejaría… 

Él consideró además que muchos casos de suicidios tienen sus raíces en el “autismo” , porque la persona va perdiendo el interés por la vida; inconscientemente desea retornar a la Patria Espiritual, y para libertarse del cuerpo, que considera una verdadera prisión, fuerza las puertas de salida…

Y Chico dijo al médico:
-Es preciso que los padres de esa criatura conversen mucho con ella, principalmente la madre. Es necesario llamar al Espíritu para el cuerpo. Si no hacemos así, muchos Espíritus no permanecerán en la carne, porque la reencarnación para ellos es muy dolorosa.

Es evidente que no hemos conseguido registrar todo, pero la esencia del asunto es lo que se ha expuesto aquí.
Y nos quedamos meditando acerca de la complejidad de los problemas humanos y… la sabiduría de Chico Xavier. Cuando él hablaba de sí, ilustrando la cuestión del “autismo”, lo sentíamos como un pájaro de luz encarcelado en una jaula de hierro, renunciando a la paz de la gran floresta para entonar canciones de inmortalidad a los que han caído, poco vigilantes, en el visco del orgullo o en la trampa de la perturbación.
Aquella noche, sin duda, hemos comprendido mejor a Chico Xavier y lo hemos admirado todavía más.
Ciertamente, pensándolo bien, ¡¿qué es lo que puede interesar en la Tierra, no siendo el trabajo misionero en nombre del Señor, al Espíritu que ya no pertenece a esa franja evolutiva?!
El Espíritu de aquella criatura sacudía el cuerpo que convulsionaba, con el ansia de liberarse…
Sin duda, era preciso convencer al Espíritu para que se quedase… Intentar decirle que la Tierra no es así tan cruel… Que necesitamos trabajar por el perfeccionamiento del hombre…

Fonte: STUM World

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