DETECTOR DE UFOs (en español)

Traducción de Teresa – teresa_0001@hotmail.com

Según lo prometido, voy a contar mi aventura ufológica en São Bento, playa de Alagoas, el año pasado. Todo comenzó cuando decidí, en un momento de desesperación, comprar un UFO Detector. Eso mismo. Un aparato que se propone detectar campos magnéticos, con ajuste de sensibilidad. Ello considerando, claro, la hipótesis de que los UFOs modifiquen el campo electromagnético a su alrededor lo suficiente como para que un aparatito hecho en casa, sin dirección ni equipamientos caros, pueda captarlo. Sin embargo, como yo ya estaba cansado de permanecer solamente mirando y pensando “¿será que ha sido un satélite o habrá sido un UFO?”, me decidí a comprarlo.

La experiencia del aparato en Janga fue frustrante. Como no estoy loco hasta el punto de ir dentro de las matas a hacer vigilia, tengo que hacerla en el patio, por tanto, cerca de campos magnéticos de la iluminación pública. O sea, no puedo aumentar la sensibilidad del aparato. Las lucecitas pasaban por el cielo y nada de que él pitase. Un avión del ejército pasó en vuelo rasante y nada de pitar el aparato. Una noche, el aparato empezó a tocar solito, con el cielo medio nublado, pero como ya no cesó de pitar me pareció bien pensar que podría ser que el viento hubiese movido el dial que regula la sensibilidad (yo la había dejado al límite). Así, durante los siguientes seis meses el aparato sólo sirvió para captar campos magnéticos en el trabajo y en casa, para saber cuán perjudicialmente envuelto en esos campos estoy. El monitor de mi computador, de aquellos de tubo, era el campeón, pues irradiaba un campo hacia medio metro más allá de la pantalla, obviamente envolviendo al usuario en un campo electromagnético que, pienso yo, no debe ser muy bueno para nadie a largo plazo. Los LCDs, por otra parte, no irradiaban casi nada (y eso ha sido una buena motivación para cambiar mi monitor, ya que no quiero tener cáncer).

Pero vamos a dejarnos de rollos y partir hacia la aventura. Cuando fui para São Bento, aproveché el lugar aislado y con incidencias de UFOs (según lo que me relató un colega) y llevé mi UFO Detector. Pasé algunas madrugadas en claro observando el cielo, sin mucho éxito. A veces pasaba una lucecita que muy bien podría ser un satélite, sin que el aparato registrase nada. Cierta vez sucedió que el aparato pitó solito, y permaneció pitando sin que hubiese nada en el cielo. Como lo tenía de pie sobre la arena de la playa, pensé que podría haber sido el viento, nuevamente. Lo coloqué entonces dentro de una bolsa de plástico para evitar futuras decepciones. Algunas horas más tarde fui a vigilar nuevamente el cielo, en compañía de mi novia, y esta vez vimos una luz que parpadeaba con una cadencia lenta y rítmica, que venía exactamente en nuestra dirección. Parecía prometedor, ya que los satélites normalmente se presentan como una luz constante, o del tipo de Iridium Flare, que se ilumina todo y después se va apagando lentamente (así o más rápido).

Tensión.
Suspense.
Terror. ¡El aparato pitó!
Alegría. ¡El aparato funciona!
Desesperación. ¡Vamos a ser abducidos!
Coraje. ¡Quedémonos, en nombre de la ciencia!
Confusión. El aparato no dejaba de pitar, incluso después de pasados varios minutos.
Frustración. Salimos del lugar y él continuaba pitando.

¡Bah!

Ese “defecto” invalidó completamente nuestra experiencia, y nos quedamos sin saber si era un UFO o no lo que había pasado por encima de nosotros. O por lo menos eso pensé.

Tras muchos meses en que no quise siquiera acercarme al tal UFO Detector, decidí ponerlo a prueba nuevamente, en mi casa. Quería saber si el dial se movía con el viento, o solito. Hice algunas comprobaciones en casa, y no conseguí hacer que el chisme pitase solo, lejos de alguna fuente de emisión (frigorífico, TV, computador). SIN EMBARGO (¡y ahí entra el motivo de estar escribiendo!!) descubrí que, cuando el aparato está en el límite de la sensibilidad “patrón”, al acercarse a un fuerte campo electromagnético (en el caso, mi no-break del computador) él pita, y CONTINÚA pitando, ¡aunque yo me aleje!! ¡SÍ! Es un defecto del proyecto (o sobrecarga, no lo sé, no soy ingeniero) que hace pirarse el aparato, lo cual me hace creer que SÍ, un objeto volador no identificado, con un fuerte campo electromagnético, pasó exactamente por encima de nosotros (muy alto, es verdad, pero pasó) en la playa de São Bento.

Fonte: STUM World

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